No hay un manual que nos enseñe a
ser hombres o mujeres. Este aprendizaje se inicia desde las primeras etapas de
la vida y se irán desarrollando modelos de comportamiento en la vida adulta.
La desigualdad de género se vive
en el propio hogar. La vivimos nosotros mismos. El enfoque en el que vivimos es
que la mujer es la que se dedica casi íntegramente en el cuidado del hogar, de
los hijos. Quizás esto es algo que se puede cambiar, o que poco a poco va
cambiando. Pero es difícil, ya que nuestros mayores vivieron una época distinta
a la nuestra. La mujer no solía trabajar. Y hoy en día sigue siendo la mujer la
que se dedica a “ama de casa”. De alguna manera, aunque no directamente, a las
mujeres no han enseñado a realizar las labores del hogar. La mujer aporta más
trabajo, pero menos valor que los hombres en cuanto de hogares se habla.
El cuidado de los hijos recae en la madre en el 82% de los casos, y en la abuela como segunda opción, por encima del padre, en el 4,8% de los casos. (Datos del CIS,España).
El cuidado de los hijos recae en la madre en el 82% de los casos, y en la abuela como segunda opción, por encima del padre, en el 4,8% de los casos. (Datos del CIS,España).
En un estudio realizado por “Eurostat”, realizado en el año 2000,
muestra que España, las mujeres dedican 3 horas y 17 minutos al trabajo
doméstico, mientras que los hombres tan solo dedican 1 hora y 20 minutos. Las
mujeres que más horas al año dedican a sus hogares son las de Eslovenia, con 4
horas y 13 minutos, pero también los hombres los que más dedican, 2 horas y 15
minutos. En Francia, las mujeres dedican 3 horas y 23 minutos, mientras que los
hombres, 2 horas y 2 minutos. Los hombres que menos dedican a sus hogares son
los italianos, con una dedicación al hogar de 1 hora y 9 minutos.
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